El pasado 30 de Enero, se publicó en la ciudad de Maracaibo éste artículo en relación a la trágica historia de María López, que como la vivencia y cotidianidad de muchas mujeres abre los ojos ante una realidad social que como bien dice el título de éste artículo, está silenciada. Aquí, se reportan algunas estadísticas que permiten dimensionar de alguna forma la gravedad de éstos hechos.
La Verdad - Juan José Faría - Maracaibo
Comparándola con otras mujeres, María López corrió con suerte. Ya su marido no la golpea porque el día que arremetió contra ella el día de su cumpleaños y le dio dos balazos delante de su familia, también él se disparó en la sien. Él no sobrevivió y ella hoy cuenta su historia como un testimonio viviente de lo que no debe pasar en ningún hogar, pero que se repite a diario.
Tiene una bala alojada en la cabeza y asegura que el rostro de su homicida se le borró cuando el hierro trastocó sus sesos. No olvida los golpes, ni el llanto amargo, ni las caras largas de sus familiares. Tampoco olvida las ofensas y mucho menos deja en el recuerdo que la autoestima bajó tanto que hasta pensó que merecía esos tratos brutales que la borrachera machista convertía a diario en un ritual religioso.
Ella no sabe explicar cuándo acabó todo y comenzó el martirio. Su esposo comenzó un mal trabajo, un mal horario, tenía un mal sueldo y el mal hábito de la bebida se apoderó de él. La cara rabiosa se convirtió en indiferencia. No tardó mucho en llegar a las ofensas y en un paso pasó de un empujón a una golpiza.
María López, atormentada, lo dejó y se fue de su casa. Desconocía al marido con el que se casó. No buscó ayuda policial y se refugió en sus propios medios y en la defensa de su familia. No era necesario, pensaba, puesto que creía que se trataría de algo pasajero que terminaría pronto. Más temprano que tarde, terminó.
Cuando cumplió sus 48 años su esposo llegó a la cocina de la casa de su madre, donde esperaba picar una torta, y con un tono irónico y gestos fingidos abrió los brazos y le dijo, frente a todos, que le traía su regalo. Ella no sospechó. Se quedó mirándolo, esperando quizá un regalo que nunca le dio. El hombre sacó un arma y le disparó en el pecho. María cayó al suelo, casi inconsciente, cuando el criminal, sin temblarle la mano, disparó por segunda vez, esta vez en la cabeza de la mujer.
Los gritos no se hicieron esperar. La mujer fue auxiliada, aunque en las caras desesperadas de sus familiares se vislumbraba una muerte segura. Sigue viva, y después de salir de un coma, sus allegados le dijeron que segundos después le hombre cambió de blanco y segundos antes de que el cañón tocara su sien, se había disparado frente a todos, convencido seguramente de que estaría muerta.
Ella ahora tiene la oportunidad. Dice que en muchas ocasiones, mujeres que así como ella dejaron a su marido, terminan en una urna por la insistencia criminal del conyugue. Está convencida ahora de que si su marido estuviera vivo, la habría buscado después de salir del hospital, para terminar lo que había comenzado: atormentarle la vida.
Estudios
Venezuela está entre los países del hemisferio que más denuncias recibe con respecto a la violencia doméstica, al igual que Colombia. Países como Costa Rica y Nicaragua se han recuperado con políticas del gobierno.
La desconfianza de la víctima hacia las autoridades aumenta la impunidad. El año pasado dos mujeres que estaban bajo capacitación y colaboración, murieron a manos de sus verdugos. No existen cifras oficiales en la calle y organizaciones no gubernamentales evalúan si es que el número de víctima ha aumentado con los años, o si es que ahora las víctimas están denunciando a sus agresores.
Ciclo de la violencia en la mujer
- Etapa de tensión: La mujer cree o espera que el hombre la golpeara en cualquier momento. No cree que sea capaz, pero sigue alerta. La mujer se atormenta.
-Etapa de agresión: El hombre la agrede. Puede tratarse de violencia verbal, sicológica, o física. La víctima mantiene la sorpresa porque aún se pregunta el motivo de la reacción.
-Etapa de Luna de Miel: La mujer lo perdona. La pareja o involucrados viven en una situación de calma. El ciclo no tarda en llegar a la etapa de tensión de nuevo.
Cifras
- Hasta el 30 de agosto de 2010 el Ministerio Público recibió 65 mil 454 denuncias de violencia doméstica a nivel nacional.
- La Red venezolana sobre Violencia contra la Mujer recibe hasta 3 denuncias al día. El año pasado cerró con 1200.
-Una de cada tres denunciantes es víctimas de violencia por parte de su hijo. La mayoría provienen de la zona noroeste de Maracaibo.
- En la Costa Oriental del Lago de cuentan hasta 3 denuncias al día. Representa mayor problema que Maracaibo por el índice poblacional.
- La Policía Regional detuvo a 773 hombres por el delito de violencia doméstica en 2010.
- Polimaracaibo cuenta cerca de 550 denuncias similares.
- Polisur, en San Francisco, reportó 577 casos. La cifra es mayor a pesar de tener menor población. En total serían cerca de 1900 víctimas al año en el estado Zulia.
- Existen 19 formas de violencia de género. Las que más se denuncian son: violencia doméstica, sicológica, sexual y laboral. Amenazas, prostitución forzada, trata y tráfico de mujeres, niñas y adolescentes.
- Sólo desde el primero y hasta el 20 de enero, la Policía Regional detuvo a 36 hombres señalados de violencia doméstica.
El daño sicológico
El estado Zulia está casi a la par de la capital de Venezuela en número de denuncias por violencia doméstica. Es lo que registra la Red venezolana sobre violencia contra la mujer. El sub registro de los estados andinos (hechos no denunciados) podría ser mucho mayor.
La red capacita a las mujeres que sufren la violencia doméstica. La coordinadora, licenciada Margarita Uzcátegui, explica que muchas veces un hematoma en la cara no causa tantos estragos en la personalidad de la víctima como la violencia sicológica, que sometida a esta durante cinco años seguidos, puede minar todas las capacidades de la persona. Los rasgos culturales y paternalismo influyen en la cultura machista de la “mano dura” en la casa.
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