domingo, 23 de agosto de 2015

México (y América Latina) pueden ser peor para las mujeres que Medio Oriente

Mujeres

Tengo una arruga particularmente marcada entre las cejas que atribuyo al ceño que hacía cuando vivía en México, cuando tenía unos 20 años, tratando de repeler los silbidos y los piropos en la calle.

Hubo un día en el que dejé el cejo fruncido y elegí otra táctica. Una tarde abrasadora de verano entré a una tienda a comprar agua.
Mientras esperaba cruzar la calle, dos hombres en una camioneta empezaron a gritar comentarios sobre mi cuerpo. Traté de ignorarlos pero entonces algo dentro de mi estalló. Quité la tapa de mi botella de agua y arrojé todo su contenido helado en sus caras. Los comentarios ciertamente cesaron y yo me sentí mucho mejor.

El mundo de los hombres en Medio Oriente

Pocos años después me mudé a Medio Oriente. Al principio parecía ser el polo opuesto a América Latina.
Una región donde hombres y mujeres no siempre interactúan y donde la estereotípica imagen de una mujer cubierta con un velo negro de pies a cabeza no puede estar más alejada de la realidad que las imágenes igualmente estereotípicas de los bikinis en las playas brasileñas y la cultura de las fiestas en ese país.
Pero si miramos más allá de lo obvio, las dos regiones tienen mucho en común en lo que se refiere al papel de una mujer.

Medio Oriente
La imagen esterotípica de la mujer en Arabia Saudita...
Brasil
... y el estereotipo de la mujer brasileña.

Proteger el honor de una mujer es una parte fundamental de la cultura de Medio Oriente y puede ser utilizada como una excusa para evitar que las mujeres tengan iguales derechos que los hombres.
En Arabia Saudita necesitas a un hombre que te lleve en auto a donde deseas ir. Y para viajar necesitas permiso de un guardián masculino.
Una tras otra, las regulaciones limitan la forma como las mujeres pueden vivir libremente.

Machismo en Medio Oriente

A menudo pienso cómo se compara esto con la cultura machista tan prevalente en América Latina: un concepto que pone énfasis en la masculinidad.
Mi profesor de portugués una vez trató de explicarme la diferencia entre sexismo y machismo. "El sexismo es malo" dijo, "pero el machismo no lo es, es una forma de proteger a las mujeres".
Para ser honesta sigo tratando de encontrar las diferencias positivas.
Ya se trate de honor o del llamado machismo, el resultado final es el mismo. Las mujeres se han convertido en ciudadanas de segunda clase.

Dilma Rousef y Cristina Kirchner
Varios países latinoamericanos, incluidos Brasil y Argentina, tienen presidentas.

Pero como dice la feminista colombiana Catalina Ruiz Navarro, esta puede ser un hueso duro de roer. Los hombres en América Latina a menudo están orgullosos de ser machos y a muchas mujeres les gustan los hombres "protectores".
"Es una creencia muy latina" dice. "Si él no se pone celoso y no es posesivo entonces no quiere estar contigo y no te ama. A los hombres se les enseña a ser así y las mujeres aprenden a querer eso".

¿Qué es libertad?

Desde que regresé a América Latina, he perdido la cuenta de las veces que me han preguntado cómo fue, como mujer, vivir en Medio Oriente.
"Tuvo que haber sido MUY difícil", dicen. Para ser honesta, vivir en ciudades como la de México a menudo fue más difícil.
Mientras muchas de mis amigas sonríen sabiendo mi respuesta, otras la rechazan rotundamente.
"Las mujeres aquí son libres", dice una. "¿Qué tiene de malo que te hagan un cumplido en la calle? Están apreciando nuestra belleza", dice otra.
Si tu "libertad" en el trayecto a tu trabajo en América Latina se ve limitada por comentarios sexuales amenazantes, y te hacen sentir como un objeto y no como ser humano, ¿es eso una verdadera libertad?.
Recientemente estuve algunos días en la capital de Cuba, La Habana, donde constantemente me silbaban y en lo primero que pienso es la palabra "atrapada", más que "libre".

Sexismo y estadísticas

Dondequiera que mires, las estadísticas son deprimentes.

Bogotá
El transporte público en Bogotá fue clasificado entre los más peligrosos del mundo para las mujeres.

En Egipto la mutilación genital femenina (MGF) ha estado prohibida desde 2008, pero las cifras del gobierno muestran que más de 90% de las mujeres menores de 50 años la han experimentado.
Un estudio de la ONU en 2013 encontró que 99,3% de las mujeres egipcias han experimentado algún tipo de acoso sexual.
Pero si analizamos más profundamente, las estadísticas en América Latina también son bastante desalentadoras.
Un sondeo reciente de YouGov (una empresa internacional de investigación de mercado) para la Fundación Thompson Reuters encontró que los tres sistemas de transporte público más peligrosos para las mujeres en el mundo están en Amércia Latina: Bogotá, Ciudad de México y Lima.
En la Ciudad de México han tratado de reducir el acoso introduciendo vagones sólo para mujeres en el metro, aunque esto sólo ha tenido éxito variado. A menudo veo a hombres entrando a dichas áreas, lo cual es ignorado por las autoridades.

Peligros de ser mujer

América Latina ha dado pasos enormes: tiene líderes mujeres en varios países, incluidos Argentina, Chile y Brasil.
Y países de la región firmaron la Convención de Belem do Para en 1994 la cual las compromete a mejorar los derechos de las mujeres y a introducir varias leyes sobre violencia contra las mujeres.
Pero la legislación es una cosa y la realidad es otra.
En ninguna región las leyes protegen adecuadamente a las mujeres contra la violencia sexual.

Feminicidio
El estado de México es una zona particularmente peligrosa para las mujeres.

En los Emiratos Árabes Unidos ha habido casos de mujeres que han informado de violación y terminaron en prisión acusadas de tener relaciones sexuales extramaritales.
Pero países como Brasil y México son algunos de los más peligrosos para las mujeres.
Según la ONU, una mujer es atacada cada 15 segundos en la ciudad más grande de Brasil, Sao Paulo. Y en México, se calcula que más de 120.000 mujeres son violadas cada año, o sea una cada cuatro minutos.
El mes pasado, una alerta de género fue emitida en 11 municipios en el estado de México entre la creciente evidencia de los peligros que las mujeres enfrentan allí.
Y según el Observatorio de Feminicidio de México, entre 2011 y 2012 se informó de la desaparición de 1.258 niñas y mujeres sólo en el estado de México.
Entre 2011 y 2013, 840 mujeres fueron asesinadas, de estos crímenes, 145 fueron investigados como feminicidios.

Europa aún tiene trabajo que hacer


Oficina
El sexismo es un asunto global, también ocurre en Europa.

Este no es un ensayo que limita el asunto de sexismo a América Latina y Medio Oriente. Al contrario. Es un artículo sobre mi experiencia trabajando tanto en América Latina como en Medio Oriente, los paralelos, las peculiaridades y las paradojas.
Estoy muy consciente de que éste es un asunto global -uno que tiene muchas realidades en distintas sociedades- de ricos y pobres, conservadores y liberales.
De hecho, muchos de mis amigos en Medio Oriente y América Latina miran a Europa como un lugar del que se puede aprender.
Pero no hace mucho tiempo un colega británico de unos 30 años se sorprendió cuando le dije que mi pareja se iba a trasladar de país debido a mi trabajo. "Pero seguramente cuando tengan bebés, ¿tú empezarás a seguirlo?", respondió.
Tuvo suerte de que yo no tenía una botella de agua para arrojarle en la cara.
Fuente: BBC

viernes, 17 de julio de 2015

Feminicidios en Juárez, con alta carga de “pornografía sádica”

El hallazgo de una pareja asesinada el 11 de marzo de 2015 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Foto: Ricardo Ruíz
El hallazgo de una pareja asesinada el 11 de marzo de 2015 en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Foto: Ricardo Ruíz
MÉXICO, D.F., (apro).- Los crímenes de mujeres cometidos en Ciudad Juárez, Chihuahua, de 1993 a la fecha registran un móvil de ‘pornografía sádica’ porque una buena parte de las víctimas presentan mutilaciones de mama, ocular y vísceras; lesiones dentales, cortes en piel y cortes irregulares del cabello.
A pesar de ese patrón y de las evidencias forenses, el gobierno de Chihuahua sigue sin reconocer la existencia del feminicidio en la entidad.
Según una investigación realizada por Patricia Ravelo Blancas, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), “estos modos de violencia contra el sexo femenino se incorporan al fenómeno de la trata de las personas, debido a que la mayoría de las marcas dejadas en sus cuerpos corresponden a las que provocan los actos de tortura sexual y sexo violento, usualmente practicados por traficantes de mujeres”.
En su investigación Feminicidio y violencia de género, la académica señala que la pornografía sádica encaja en lo que define como “Industria criminal trasnacional”, una tendencia que, aunque surge en los años 40 del siglo pasado en México, se ha modernizado gracias a la tecnología y la informática.
A través de éstas, dice, se han creado consumos sexuales “exóticos” que implican desapariciones y crímenes de mujeres y niñas, quienes en su mayoría son levantadas con engaños y/o seduciéndolas.
Otro factor que impulsa ese fenómeno, afirma, es el capitalismo trasnacional y nuestro mundo cada vez más globalizado, donde confluye fácilmente el tráfico de personas, la explotación sexual y la violencia feminicida.
Desde los orígenes del capitalismo, explica, las mujeres han tenido características particulares respecto a las maneras en las que son sexualmente explotadas y comercializadas.
“La prostitución forzada dentro del capitalismo ha sido una práctica mercantil recurrente, alcanzando proporciones que aún desconocemos en el mundo globalizado, donde se somete a estas mujeres y niñas a condiciones específicas de una esclavitud moderna, de explotación humana y de muerte violenta, propias del tráfico internacional en esta etapa del capitalismo global”, señala.
A lo largo de su investigación, Ravelo Blancas detectó que las mujeres “están permanentemente expuestas al peligro. Su cuerpo y su sexualidad están inmersos en una violencia estructural, donde la misoginia, la moral represiva y los prejuicios sociales, fortalecen un sistema económico y político más amplio, como el de la globalización”, fustiga.
Y estos elementos, apunta, hacen que la violencia sexual trascienda las fronteras de lo local y opere a escala transnacional.
En el caso de Ciudad Juárez, donde mil 24 mujeres han sido brutalmente asesinadas desde 2008, la violencia contra ellas se exacerba con el crimen organizado, pues “el comercio sexual aumenta, los cuerpos femeninos se cotizan en el mercado sexual y representan elevadas ganancias económicas y políticas para los traficantes de mujeres”.
Las cifras de feminicidios presentados en el Plan Estratégico de Juárez en su informe de 2015, son alarmantes y dan una idea del problema: En 2008 se registraron 111 feminicidios; en 2009, 125; en 2010, 401; en 2011, 220; en 2012, 108, y en 2013, 59.
Si bien, sostiene la académica, la tendencia ha disminuido “en lo absoluto significa un cambio radical en los motivos, los métodos y los patrones de los crímenes contra el sexo femenino. Estamos hablando de 1024 mujeres asesinadas de manera violenta desde 2008”, alerta.
Para la investigadora del CIESAS la educación es una de las soluciones para erradicar ese fenómeno. En su investigación propone acciones transformadoras para revertir la tendencia de estos feminicidios.
Por ejemplo, sugiere que desde el ámbito educativo se fomenten prácticas que sirvan para cambiar los comportamientos de violencia, los estereotipos donde el ser heterosexual es lo correcto, y forjar una cultura de respeto en las relaciones de género.
Fuente: Aquí

sábado, 11 de julio de 2015

Por qué los hombres no sufren violencia de género?

De especialistaenigualdad.blogspot.com.es traemos este interesante artículo:

Aunque las violaciones de los derechos humanos afectan tanto a hombres como a mujeres, su impacto varía de acuerdo con el sexo de la víctima. El 70% de las mujeres que mueren de forma violenta en el mundo mueran a manos de hombres. Muchas de ellas sus parejas, ex parejas u hombres de su círculo familiar. El 38% directamente a mano de sus compañeros de vida. El número de muertes de hombres a manos de mujeres con esos vínculos no llega al 4%.

Son los hombres de forma abrumadora, como expresa Montserrat Comas en su análisis de la ley española de violencia de género,  los sujetos activos de la violencia en cualquiera de las tres categorías de violencia intrafamiliar que se manejan en el mundo:

a) en los supuestos de violencia en la pareja en un 90% de los casos el imputado es hombre;
b) en los supuestos de agresión a menores -niños o niñas- el 75% de los inculpados son hombres, y
c) en el caso de los ascendientes el 86,7% de los inculpados son hombres.

 Los estudios sobre la materia permiten afirmar que toda agresión perpetrada contra una mujer tiene alguna característica que permite identificarla como violencia de género. Esto significa que está directamente vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que perpetúan la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino.

 Lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el sólo hecho de ser mujer. La violencia de género puede adoptar diversas formas, lo que permite clasificar el delito, de acuerdo con la relación en que ésta se enmarca y el ejercicio de poder que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e incesto, asedio sexual en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual contra mujeres detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas, tráfico de mujeres y violencia en el ámbito familiar y en las relaciones de pareja.

Cuando hablamos de Violencia, remitimos a una desigualdad de poder, a una relación asimétrica, donde las diferencias son jerárquicas. Esto es: lo que en una parte se ve como degradante, en la otra se transforma en signo de fortaleza y poder. En este sentido, diferenciamos:

VIOLENCIA: Toda relación asimétrica, donde una de las partes se cree superior a la otra y como tal busca el control y el sometimiento de quien/es considera inferior/es.

AGRESIVIDAD: puede ser auto agresión o heteroagresión. No existe asimetría ni desigualdad de poderes. No busca ni el control ni el sometimiento. No considera inferior a la otra parte ni se considera con privilegios superiores. La agresividad sirve para impulsar a las personas a pasar a la acción, a defenderse de un ataque, a ponerse a salvo frente al peligro.

La violencia de género es una problemática compleja, estructural, cuya existencia se funda básicamente en la desigualdad jerárquica que existe entre hombres y mujeres, desigualdad que viene construida culturalmente y que es legitimada y reproducida por las propias estructuras sociales, y en estas estructuras sociales están hombres y mujeres que mantienen, legitiman y transmiten esa desigualdad. Hablar de machismo no es solo hablar de hombres, pero hablar de violencia de género sí es hablar de violencia contra mujeres.
«Las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgos de ser violadas o maltratadas en casa que de sufrir cáncer, accidentes de vehículos, guerra y malaria, según estadísticas del Banco Mundial.»
 Desde la Declaración de la ONU sobre Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, aprobada el 20 de diciembre de 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se utiliza el término “violencia de género o violencia contra las mujeres”, para referirse a “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se  producen en la vida pública o privada”.

Posteriormente, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Pekín en el año 1995, se nombró el término violencia de género, para explicitar que “la violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos de la igualdad de desarrollo y Paz, que viola y menoscaba el disfrute de los deberes y derechos fundamentales” instando a todos los Gobiernos a “adoptar medidas para prevenir y eliminar esta forma de violencia”.

En el año 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas, estableció que la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones a los derechos humanos  más sistemáticas y extendidas. Está arraigada en estructuras sociales construidas en base al género más que en acciones individuales o acciones al azar; trasciende  límites de edad, socioeconómicos, educacionales y geográficos; afecta a todas las sociedades; y es un obstáculo importante para eliminar la inequidad de género y la discriminación a nivel global.

Así se considera en España y en 124 países más, que han incorporado a sus legislaciones con más o menos detalle esta definición. Pueden existir múltiples violencias y no todas se contemplan en todos los países, por ejemplo la violencia institucional o la violencia obstétrica, pero sí hay un grueso reconocido bajo diferentes tipos penales (feminicidio, femicidio, violencia familiar, violencia intrafamiliar, violencia de género...).

En España, siguiendo la normativa mundial y europea y conforma a la instrucción de la ONU, se introdujo paulatinamente varios cambios normativos en el Código Penal, culminando con la aprobación en el año 2004 de la Ley Orgánica1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra laViolencia de Género, la cual establece que se considera violencia de género:

a) Violencia física, que incluye cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado o riesgo de producir lesión física o daño, ejercida por quien sea o haya sido su cónyuge o esté o haya estado ligado a ella por análoga relación de afectividad, aún sin convivencia.
b) Violencia psicológica, que incluye toda conducta, verbal o no verbal, que produzca en la mujer desvalorización o sufrimiento, a través de amenazas, humillaciones o vejaciones, exigencia de obediencia o sumisión, coerción, insultos, aislamiento, culpabilización o limitaciones de su ámbito de libertad, ejercida por quien esté o haya estado ligado a ella por análoga relación de afectividad, aún sin convivencia.
c) Violencia económica, que incluye la privación intencionada, y no justificada legalmente, de recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y de sus hijas e hijos o la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito de la pareja.
d) Violencia sexual y abusos sexuales, que incluyen cualquier acto de naturaleza sexual forzada por el agresor o no consentida por la mujer, abarcando la imposición, mediante la fuerza o con intimidación, de relaciones sexuales no consentidas, y el abuso sexual, con independencia de que el agresor guarde o no relación conyugal, de pareja, afectiva o de parentesco con la víctima. 


*     Cifras de ONU Mujeres texto de Sonia Vaccaro
**  Datos de la página de la Red Extremeña contra la Violencia de Género


 María Martín Barranco
Investigadora y experta en Género
Fuente Original: Aqui

miércoles, 1 de julio de 2015

…EL MIEDO FUE FRÍO, LA SOLEDAD INMENSA… LA CULPA ETERNAMENTE MÍA…




…EL MIEDO FUE FRÍO, LA SOLEDAD INMENSA… LA CULPA ETERNAMENTE MÍA…

             En esta oportunidad, nuestra coordinadora Dra. Marbella Camacaro Cuevas, pionera en Venezuela en la producción teórica sobre Violencia Osbtétrica y profesora titular de la Universidad de Carabobo, nos trae su más reciente artículo, el cual aborda la temática del aborto, a continación un resumen:


"Este ensayo se sostiene en un compromiso militante y académico de develar, desde el feminismo, una circunstancia de vida que solo es «vivida» «sentida» por el continente cuerpo/psiquis y vida cotidiana de las mujeres: el aborto. Desde allí, apoyar reflexiones de vida femenina para crear nuevos y distintos conocimientos que incidan en la transformación del  hegemonismo androcéntrico que impregna el discurso médico, gineco-obstétrico y toda la vida social en relación a la vivencia del aborto inducido. Metodológicamente lo sustentaremos en la escucha ética de un testimonio sobre aborto, lo cual supone el reconocimiento de la subjetividad, la valoración de lo personal como asunto de interés colectivo, político, cuya incidencia e impacto en lo epidemiológico lo convierte en materia de políticas públicas, y un asunto de estado"
Marbella Camacaro Cuevas

Publicado en la Revista Venezolana de Estudios de la Mujer del Centro de Estudio de la Mujer de la Universidad Central Venezuela


“Sexo seco”: terrible práctica contra mujeres para satisfacer a sus maridos

Última actualización: 
Daniela Jerez
DANIELA JEREZ | EDITOR
Comunicadora por la Universidad Panamericana. Amante de la política mexicana y la buena comida. 

El “sexo seco” pretende reducir la humedad natural de la vagina para que ésta se encuentre completamente seca a la hora de la relación sexual.

Sin embargo, esta peligrosísima práctica irrita, corta o crea llagas en la vagina, lo que aumenta el riesgo de padecer una infección así como mayor riesgo de que se rompa el condón, y queden así, expuestas a todo tipo de enfermedad de transmisión sexual como el Sida.

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Cortesía: Getty Images


La creencia en torno al “sexo seco”


Existe la creencia cultural de que para los hombres es más placentero que una mujer tenga la vagina completamente seca.
Esta peligrosa tradición está muy expandida en el Sur y Centro de África y obliga a las mujeres a introducir en sus vaginas arena, roca pulverizada, hierbas, papel, esponjas e incluso humo de hierbas antes del  coito.

Por si no fuera suficiente, algunas introducen alcohol, antisépticos, lejía y detergente en sus vaginas.

Lo más triste del asunto es que, como te imaginarás, exponer sus vaginas a estos métodos resulta bastante doloroso, pero las mujeres de aquella región lo aceptan porque creen que sentir dolor en el coito debe ser normal.

Sí, y más triste aún, que no saben o no contemplan que sentir placer durante una relación sexual es su derecho.
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Cortesía: Reuters

Al ver casos como éstos, sólo puedo pensar en que prácticas como el sexo seco son una manera más de subordinarnos y humillarnos como mujeres, una manera más de controlarnos, una manera más de apoderarse de nuestro cuerpo y de no permitirnos experimentar placer alguno.

Una manera más en que los hombres ven a las mujeres como meros objetos sexuales para saciar sus instintos y placeres sin importarles en nada lo que la mujer pueda sentir o pueda padecer tras prácticas tan peligrosas como el sexo seco.

¿Qué pasa cuando una mujer NO quiere satisfacer a su esposo porque le duele someterse a este tipo de prácticas y sin embargo es forzada a hacerlo? Es una clara violación sexual, pero para nuestra indignación, la violencia sexual dentro del matrimonio no es penalizada en gran parte de África.

¿Hasta cuándo más la mujer será objeto de prácticas tan riesgosas y dolorosas como el sexo seco? ¿Qué estamos haciendo como sociedad para erradicar el 
problema?

Fuente: Aquí