Fiscalía registró más de 100.000 casos de violencia contra la mujer:
El asesinato de Jennifer Carolina Viera de Valero a manos de su esposo, el campeón mundial del boxeo, Edwin Valero puso en boca de todos el problema de la violencia contra la mujer en Venezuela.
En 2008, el Ministerio Público recibió 101.705 denuncias de violencia contra la mujer en todo el país. Los casos incluyen desde maltrato psicológico hasta amenazas y agresiones físicas. Pero esa cifra no es real.
El sociólogo Luis Cedeño, director de la organización Paz Activa, dijo que es alarmante que la violencia contra la mujer es uno de los delitos que registra las cifras negras (casos no conocidos) más altas en el país, pues está demostrado que quienes la sufren caen en el círculo de miedo y, por tanto, no denuncian.
En esto coincide el director del Observatorio Venezolano de la Violencia, Roberto Briceño León, que afirmó que la mayoría de los casos de agresiones entre una pareja o una familia pasan inadvertidos para las autoridades.
Cedeño dijo que en los países donde se realizan encuestas de victimización es complejo obtener los datos, porque aun cuando se resguardan las identidades a las mujeres se les hace difícil admitir que son agredidas. Informó que de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, en 30% de los hogares en Latinoamérica ocurren casos de violencia de género, y la mayoría de las víctimas son mujeres.
"En Inglaterra, por ejemplo, hay una localidad donde las personas encuestadas registran directamente los datos en la computadora, y a partir de ese reporte se les aplica la entrevista de victimización. La idea es bajar las cifras negras y que las víctimas se sientan confiadas, pues se preserva su anonimato", indicó Cedeño.
Briceño ha coordinado dos sondeos sobre el tema en Venezuela. En estos trabajos se ha descubierto que la violencia de pareja generalmente es interactiva. Esto implica que los roles de agresor y agredido se intercambian. También registran casos en los que las partes se complementan: si un miembro de la pareja se comporta con sadismo, el otro desarrolla tendencias masoquistas. "Cuando la mujer es agredida generalmente responde. Pero el daño no es simétrico", explicó.
Tecnicismos mal aplicados. La antropóloga Vivian Díaz, representante en Venezuela de Amnistía Internacional, indica que muchos de los asesinatos de mujeres se clasifican con el término de crimen pasional.
Díaz explicó que llamarlo crimen pasional es desestimar las implicaciones que hay detrás del acto violento como tal, pues se argumenta que es cometido por amor. "Se dice que es un tema de celos o de infidelidad, y que es asunto de ellos, por lo tanto nadie se mete. Esto es una justificación", dijo.
Señaló que la violencia contra las mujeres es tan grave que en muchos países se le considera un problema de salud pública por las implicaciones que tiene en la sociedad.
En el caso del boxeador y su esposa, los episodios de violencia se hicieron públicos desde 2006, cuando Valero protagonizó una riña frente a una discoteca en Mérida. La esposa recibió un disparo en una pierna supuestamente de una tercera persona, pero hubo rumores de que había sido el pugilista. Este hecho nunca quedó claro.
El psicólogo Robert Lespinasse señaló que, sin conocer el caso, los antecedentes sirven para determinar que los hechos de violencia se fueron incrementando paulatinamente hasta llegar a un desenlace fatal.
En 2007, el Inca fue denunciado por golpear a su madre y a su hermana, y el 25 de marzo pasado fue detenido por agredir a su esposa, que fue hospitalizada con dos costillas fracturadas, entre otras heridas. El domingo 18 de abril en la madrugada la mató, y el 19 de abril se suicidó en la celda de Policarabobo donde permanecía detenido.
La pareja era de Mérida, que aparece en las estadísticas del Ministerio Público en el quinto puesto de los estados con más denuncias de violencia contra la mujer. Tiene 2.503.
En 2008, el Ministerio Público recibió 101.705 denuncias de violencia contra la mujer en todo el país. Los casos incluyen desde maltrato psicológico hasta amenazas y agresiones físicas. Pero esa cifra no es real.
El sociólogo Luis Cedeño, director de la organización Paz Activa, dijo que es alarmante que la violencia contra la mujer es uno de los delitos que registra las cifras negras (casos no conocidos) más altas en el país, pues está demostrado que quienes la sufren caen en el círculo de miedo y, por tanto, no denuncian.
En esto coincide el director del Observatorio Venezolano de la Violencia, Roberto Briceño León, que afirmó que la mayoría de los casos de agresiones entre una pareja o una familia pasan inadvertidos para las autoridades.
Cedeño dijo que en los países donde se realizan encuestas de victimización es complejo obtener los datos, porque aun cuando se resguardan las identidades a las mujeres se les hace difícil admitir que son agredidas. Informó que de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, en 30% de los hogares en Latinoamérica ocurren casos de violencia de género, y la mayoría de las víctimas son mujeres.
"En Inglaterra, por ejemplo, hay una localidad donde las personas encuestadas registran directamente los datos en la computadora, y a partir de ese reporte se les aplica la entrevista de victimización. La idea es bajar las cifras negras y que las víctimas se sientan confiadas, pues se preserva su anonimato", indicó Cedeño.
Briceño ha coordinado dos sondeos sobre el tema en Venezuela. En estos trabajos se ha descubierto que la violencia de pareja generalmente es interactiva. Esto implica que los roles de agresor y agredido se intercambian. También registran casos en los que las partes se complementan: si un miembro de la pareja se comporta con sadismo, el otro desarrolla tendencias masoquistas. "Cuando la mujer es agredida generalmente responde. Pero el daño no es simétrico", explicó.
Tecnicismos mal aplicados. La antropóloga Vivian Díaz, representante en Venezuela de Amnistía Internacional, indica que muchos de los asesinatos de mujeres se clasifican con el término de crimen pasional.
Díaz explicó que llamarlo crimen pasional es desestimar las implicaciones que hay detrás del acto violento como tal, pues se argumenta que es cometido por amor. "Se dice que es un tema de celos o de infidelidad, y que es asunto de ellos, por lo tanto nadie se mete. Esto es una justificación", dijo.
Señaló que la violencia contra las mujeres es tan grave que en muchos países se le considera un problema de salud pública por las implicaciones que tiene en la sociedad.
En el caso del boxeador y su esposa, los episodios de violencia se hicieron públicos desde 2006, cuando Valero protagonizó una riña frente a una discoteca en Mérida. La esposa recibió un disparo en una pierna supuestamente de una tercera persona, pero hubo rumores de que había sido el pugilista. Este hecho nunca quedó claro.
El psicólogo Robert Lespinasse señaló que, sin conocer el caso, los antecedentes sirven para determinar que los hechos de violencia se fueron incrementando paulatinamente hasta llegar a un desenlace fatal.
En 2007, el Inca fue denunciado por golpear a su madre y a su hermana, y el 25 de marzo pasado fue detenido por agredir a su esposa, que fue hospitalizada con dos costillas fracturadas, entre otras heridas. El domingo 18 de abril en la madrugada la mató, y el 19 de abril se suicidó en la celda de Policarabobo donde permanecía detenido.
La pareja era de Mérida, que aparece en las estadísticas del Ministerio Público en el quinto puesto de los estados con más denuncias de violencia contra la mujer. Tiene 2.503.
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