lunes, 17 de enero de 2011

Sólo 1 de cada 9 mujeres maltratadas denuncia

Sólo 1 de cada 9 mujeres maltratadas, denuncia!


Con el propósito de crear conciencia y motivar a la colectividad a actuar, la sección venezolana de Amnistía Internacional (AI) presenta el informe “Existe la Ley, toca aplicarla: erradicar la violencia doméstica en Venezuela”, que resume la situación actual de la mujer maltratada en nuestro país e insta a las autoridades a demostrar voluntad política y proporcionar los recursos necesarios para garantizar que la nueva Ley sobre violencia contra las mujeres no quede sólo en el papel.

“La Ley venezolana promulgada en 2007 para proteger a las mujeres constituye un ejemplo para el resto de la región, pero no servirá de nada a menos que se aplique plenamente”, manifestó Guadalupe Marengo, directora adjunta del Secretariado Internacional de Amnesty International (Londres). “Las principales fallas graves y evidentes en la aplicación de la Ley, se detectan en los alcaldes y gobernadores por su bajo compromiso en el establecimiento de Casas de Abrigo, programas de atención a víctimas y en la falta de capacitación al personal policial, responsabilidad que comparten con el Ministerio del Interior y Justicia”, declaró Marcos Gómez, Director de Amnistía Internacional Venezuela.
El informe de AI analiza la violencia doméstica contra las mujeres en Venezuela. Según cifras recopiladas por organizaciones nacionales de mujeres, como media, cada 15 minutos una mujer sufre abusos a manos de su pareja o ex pareja. Sólo en 2007, 4.484 mujeres llamaron a un teléfono de ayuda creado por el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer) para denunciar malos tratos. Sin embargo, las organizaciones locales calculan que sólo una de cada nueve mujeres denuncia los actos de violencia ante las autoridades.
Muchas de las mujeres que ofrecieron su testimonio a AI afirmaron que, debido a la falta de independencia económica y de información, al poco acceso a las Casas de Abrigo (sólo dos en un país de más de 27 millones de habitantes) y a la precaria capacitación de la policía y las instancias judiciales, les resulta difícil sentirse seguras.
“En Venezuela miles de mujeres viven en un estado constante de temor a la violencia de sus parejas y de miedo por sus vidas y por la seguridad de sus hijos e hijas. Al no facilitársele un mecanismo que garantice su seguridad, muchas mujeres consideran que no tienen más opción que permanecer junto a su agresor o quedarse sin hogar y ser incapaces de proporcionar sustento para sí mismas y para sus hijos e hijas”, puntualizó Guadalupe Marengo.
Cambiando paradigmas
“Mientras pensemos que los problemas de violencia doméstica son problemas de marido y mujer, nunca vamos a salir del hueco en donde estamos metidos. El problema de violencia familiar no es problema de marido y mujer, es un problema serio, un problema que destruye hogares, es un problema que ensucia la mente de los niños. Es un problema que no se va a erradicar de la noche a la mañana. Es un problema de conciencia de Estado, es un problema de salud pública”, señala uno de los contundentes testimonios presentados en el informe.

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