Se calcula que más de un millón de mujeres son víctimas de este delito en EEUU; muchas hispanas no reportan los abusos.
Las cifras no mienten. En Estados Unidos, una de cada cuatro mujeres experimentará violencia doméstica en su vida. Más aún, en el caso de violaciones, se estima que cada año 1.1 millón de mujeres son víctimas de abuso.
Entre las latinas, el promedio es similar. Sin embargo, diversas organizaciones coinciden en que el problema es mayor en este grupo, por su tendencia a no reportar los crímenes, ya sea por razones culturales o por su estatus migratorio.
"Mi madre no hablaba inglés, no se podía defender. Era una época diferente. La Policía no hacía nada. Tras un largo tiempo de abuso y violencia y con tan sólo 15 años tuve que pelear contra mi padre y ese fue el día que me fui de mi casa", rememoró con La Opinión el reconocido actor Víctor Rivas.
"Mientras estaba en secundaria, siete familias me acogieron. Era miembro de una pandilla y lo único que conocía era la violencia", aseguró.
Como él, hoy cerca de 15.5 millones de niños están expuestos a este problema en el país.
Ayer, la Casa Blanca puso sobre el tapete las metas logradas a través de leyes —como la reforma de salud—, junto a nuevos anuncios para fortalecer la ayuda a las víctimas.
Entre ellos se mencionaron las áreas de protección a niños; mejoramiento del acceso legal; aumento de los arrestos por violaciones, así como el apoyo a las mujeres para recobrar independencia financiera y económica.
"Necesitamos estar seguros que hacemos todo lo posible por las víctimas. Nadie en Estados Unidos debiera vivir con miedo, sabiendo que está en peligro en su propia casa. Necesitamos asegurarnos que cada víctima sepa que no está sola", dijo Obama.
Entre las iniciativas anunciadas, se encuentran el uso del programa Head Start del Departamento de Salud, para llegar a mujeres embarazadas, padres y niños.
Centros afiliados a Head Start en seis estados —Alabama, Florida, Michigan, Montana, Nuevo México y Carolina del Sur— lanzarán un currículum de educación temprana titulado "Salvar familias, salvar hogares", que se fundamenta en aspectos de prevención y respuesta a la violencia doméstica.
A su vez, el Departamento de Justicia está iniciando una nueva campaña nacional para reducir la violencia sexual, incrementando servicios para las víctimas.
Además el secretario del Departamento de Vivienda, Shaun Donovan, difundió ayer nueva reglas que proveen una guía para autoridades de vivienda y arrendadores.
En éstas, se llama a la expulsión de personas que cometen abusos y a asegurarse que las víctimas no pierdan su vivienda por crímenes cometidos en su contra, un aspecto incompleto de la ley contra la violencia de mujeres (VAWA), promulgada en 2005.
De acuerdo con la encuesta nacional Mary Kay Truth About Abuse, realizada en marzo de este año, 77% de los albergues para víctimas de violencia doméstica reportan un aumento en la cifra de mujeres que buscan ayuda. Esto en comparación con los índices previos a la crisis económica.
"Cuando la gente comienza a perder sus empleos, la violencia doméstica sube. Sin embargo, una de las cosas que estamos haciendo en la Agencia para la Mujer del Departamento del Trabajo es crear una red para proveer información a mujeres sobre trabajos verdes, como una manera de escapar a la violencia", explicó Sara Manzano Díaz, directora del organismo.
"Un tema clave es la seguridad económica. Ellas se plantean ‘¿dónde iré, cómo mantendré a mis hijos?’", agregó.
Otro aspecto esencial, que necesita desarrollarse con más énfasis, de acuerdo con Rivas, es la prevención. "Estoy muy agradecido de los recursos que existen hoy en día. Pero este tema no estará superado hasta que se enfatice este aspecto".
"Tenemos que educarnos, a nosotros mismos y a los niños. Que los hombres sepan que tienen diferentes opciones cuando están en momentos de crisis. Se puede ser un macho y a la vez respetar y proteger a las mujeres", concluyó.
Antonieta Cádiz/antonieta.cadiz@laopinion.com
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